Depilación láser

Los métodos tradicionales como la cera o la cuchilla simplemente eliminan el vello visible. En cambio, la depilación láser ataca directamente el bulbo piloso bajo la piel. Así, en lugar de tener un crecimiento rápido como con los métodos clásicos, el vello tarda mucho más en volver, o incluso deja de crecer por completo después de varias sesiones.

Todo depende de la zona que se trate, así como del tipo de vello y su fototipo. Pero en general, se necesitan de 6 a 10 sesiones para obtener un resultado duradero y perfecto.

Sí y no: cada paciente tiene su propia percepción del dolor. Las zonas del cuerpo tratadas también juegan un papel en la sensibilidad. Sin embargo, la depilación láser no es realmente dolorosa, se siente un ligero hormigueo como el chasquido de una goma elástica. Además, nuestras máquinas están equipadas con un sistema de refrigeración que hace que las sesiones sean aún más tolerables.

Prácticamente todas las zonas del cuerpo se pueden tratar: piernas, bikini, axilas, brazos, tórax, espalda, rostro y más. Ajustamos la potencia del láser según cada zona para garantizar un tratamiento eficaz respetando su piel.

Nuestros aparatos están diseñados para adaptarse a casi todos los tipos de piel, incluidas las pieles más oscuras. En realidad, la depilación láser es más eficaz en vellos oscuros, ya que cuanto más pigmentados están, mejor puede el láser atacarlos.

Antes de la sesión:
• evitar sesiones de bronceado y exposiciones al sol 10 a 15 días antes.
• afeitar la zona que desea tratar 24 horas antes de la sesión.

Después de la sesión:
• evitar el sol durante 7 a 10 días,
• aplicar una crema calmante si es necesario,
• evitar hammams, saunas y deporte intenso durante 24 a 48 horas.

Todas estas precauciones permiten un mejor resultado y protegen su piel.

El vello comienza a caerse entre 7 y 20 días después de la sesión. Se puede tener la impresión de un crecimiento pero en realidad se trata de vellos muertos que suben para caer naturalmente.

Hablamos de reducción permanente del vello. Una vez destruido el folículo, el vello ya no crece. Sin embargo, la actividad hormonal puede estimular la aparición de nuevos vellos en ciertas zonas (rostro, bikini). Una sesión de mantenimiento anual puede ser útil a veces.

Ciertas situaciones pueden requerir posponer o evitar el tratamiento: embarazo, toma de medicamentos fotosensibilizantes, piel muy bronceada, infecciones cutáneas o inflamatorias.

Siempre hacemos una evaluación completa con usted para asegurarnos de que no haya ningún riesgo.

Los efectos secundarios son generalmente leves y temporales: enrojecimiento, pequeñas hinchazones alrededor de los vellos tratados y sensación de calor.