Drenaje linfático en Itan

Beneficios y ventajas

El drenaje linfático facial permite reducir las hinchazones, reactivar la circulación natural y así hacer que su tono sea más luminoso. Gracias a gestos precisos y suaves, este tratamiento aporta resultados visibles desde la primera sesión.
Reducción de hinchazones y ojeras
El drenaje linfático facial es particularmente eficaz para disminuir las bolsas bajo los ojos, la sensación de rostro 'hinchado' al despertar y las zonas propensas a la retención de líquidos. Las maniobras dirigidas favorecen la eliminación de toxinas y mejoran la circulación, lo que permite obtener un contorno del rostro más ligero y rasgos visiblemente descansados desde el final de la sesión.
Mejora del brillo y la tonicidad de la piel
Al estimular la microcirculación, este tratamiento permite que la piel se oxigene mejor, lo que se traduce en un tono más homogéneo y luminoso. También ayuda a reafirmar los tejidos gracias a una mejor irrigación de las células. El rostro parece más tónico, más liso y recupera un aspecto naturalmente revitalizado sin intervención invasiva.
Prevención de la retención de líquidos y apoyo del sistema inmunitario local
El drenaje linfático facial contribuye a limitar la acumulación de líquidos responsables de la sensación de pesadez e hinchazón. Al apoyar la circulación linfática, también ayuda a que las defensas naturales de la piel funcionen de manera óptima. Este tratamiento es especialmente recomendado para personas propensas a variaciones hormonales, al estrés o a una circulación más lenta.
Recuperación cutánea después de una intervención estética
Gracias a su acción descongestionante, el drenaje linfático facial favorece la recuperación de la piel después de ciertas intervenciones estéticas no invasivas. Ayuda a reducir las hinchazones, acelera la eliminación de toxinas y mejora la cicatrización natural. Es un tratamiento suave que acompaña a la piel en su fase de regeneración, aportando un confort inmediato y sin riesgo de irritación.