Drenaje linfático facial en Andorra – Bolsas y ojeras

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¿Desea reducir las bolsas, atenuar las ojeras y recuperar un tono más luminoso? El drenaje linfático facial es el tratamiento ideal para descongestionar los tejidos, alisar los rasgos de su rostro, eliminar las toxinas y hacer que su piel luzca visiblemente más fresca y radiante.
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Equipos de alta gama

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Ambiente relajante

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Un entorno elegante y relajante, ideal para una pausa de bienestar.

Servicio personalizado

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¿Qué es el drenaje linfático facial?

El drenaje linfático facial es una técnica de masaje suave que permite reducir las bolsas, las ojeras y las ligeras hinchazones relacionadas con la retención de líquidos estimulando la circulación de la linfa.

El principio es simple: favoreciendo el movimiento natural de los líquidos, ayudamos al rostro a eliminar más fácilmente las toxinas acumuladas.

No se utiliza ninguna presión fuerte, ya que este método se basa en gestos precisos y ligeros. Siguiendo el trayecto de los vasos linfáticos, el tratamiento descongestiona progresivamente los tejidos, reaviva el brillo del tono y proporciona una sensación inmediata de ligereza.

Drenaje linfático en Itan

Beneficios y ventajas

El drenaje linfático facial permite reducir las hinchazones, reactivar la circulación natural y así hacer que su tono sea más luminoso. Gracias a gestos precisos y suaves, este tratamiento aporta resultados visibles desde la primera sesión.

Reducción de hinchazones y ojeras

El drenaje linfático facial es particularmente eficaz para disminuir las bolsas bajo los ojos, la sensación de rostro 'hinchado' al despertar y las zonas propensas a la retención de líquidos. Las maniobras dirigidas favorecen la eliminación de toxinas y mejoran la circulación, lo que permite obtener un contorno del rostro más ligero y rasgos visiblemente descansados desde el final de la sesión.

Mejora del brillo y la tonicidad de la piel

Al estimular la microcirculación, este tratamiento permite que la piel se oxigene mejor, lo que se traduce en un tono más homogéneo y luminoso. También ayuda a reafirmar los tejidos gracias a una mejor irrigación de las células. El rostro parece más tónico, más liso y recupera un aspecto naturalmente revitalizado sin intervención invasiva.

Prevención de la retención de líquidos y apoyo del sistema inmunitario local

El drenaje linfático facial contribuye a limitar la acumulación de líquidos responsables de la sensación de pesadez e hinchazón. Al apoyar la circulación linfática, también ayuda a que las defensas naturales de la piel funcionen de manera óptima. Este tratamiento es especialmente recomendado para personas propensas a variaciones hormonales, al estrés o a una circulación más lenta.

Recuperación cutánea después de una intervención estética

Gracias a su acción descongestionante, el drenaje linfático facial favorece la recuperación de la piel después de ciertas intervenciones estéticas no invasivas. Ayuda a reducir las hinchazones, acelera la eliminación de toxinas y mejora la cicatrización natural. Es un tratamiento suave que acompaña a la piel en su fase de regeneración, aportando un confort inmediato y sin riesgo de irritación.

¿Cómo se desarrolla una sesión de drenaje linfático facial en Itan?

Si desea entender concretamente cómo se desarrolla una sesión de drenaje linfático facial antes de su cita, aquí está su desarrollo en tres grandes etapas:

Consulta preliminar

Antes de su primera sesión, se realiza una breve consulta preliminar. Este intercambio permite a su practicante evaluar sus necesidades / bolsas, ojeras, retención de líquidos, falta de brillo, y definir las zonas a estimular prioritariamente. Este balance es esencial para adaptar la presión, el ritmo de los gestos y garantizar un drenaje eficaz y cómodo.

Durante la sesión de drenaje linfático facial

La sesión comienza con la preparación de la piel. Esto permite suavizar los tejidos y facilitar la circulación de la linfa. Su practicante realiza entonces los primeros masajes dirigidos que favorecen la apertura linfática, indispensable para activar el drenaje natural del rostro.

Luego, los masajes se concentran en los trayectos linfáticos: movimientos ligeros, lentos y regulares, aplicados en el sentido de la circulación de la linfa. Estos gestos permiten liberar las tensiones, eliminar el exceso de líquidos y reducir las hinchazones, especialmente en el contorno de los ojos y el óvalo del rostro. Según sus necesidades y las zonas dirigidas, la sesión dura generalmente entre 20 y 45 minutos, durante los cuales podrá relajarse en el ambiente cálido de nuestro instituto.

Después de la sesión de drenaje linfático facial

Al final de la sesión, se realizan algunos gestos complementarios para prolongar el efecto descongestionante y mejorar aún más el brillo del tono. Su practicante también le da consejos simples para optimizar los resultados entre sesiones: hidratación, ritmo recomendado y buenas prácticas diarias. Siente los efectos inmediatamente con la sensación de un rostro más ligero y más luminoso.

¿Tiene preguntas?

En Itan, nuestras sesiones de drenaje linfático facial cuestan 75 euros por sesión. También ofrecemos un paquete de 5 sesiones a 350 euros.
Los efectos antes/después son generalmente visibles desde la primera sesión: disminución de las hinchazones, rasgos más tónicos, contorno del rostro mejor definido y piel más luminosa.

La estimulación manual de los vasos linfáticos relanza la circulación de la linfa y favorece la deshinchazón debida a los líquidos acumulados. Con sesiones regulares, la piel se regenera más eficazmente y su tono mantiene un aspecto radiante en el tiempo.
Una sesión dura entre 20 y 45 minutos, según las necesidades. Durante esta sesión, su practicante podrá efectuar un drenaje completo que permitirá reactivar la circulación sanguínea y linfática, eliminar las toxinas y así ver los efectos beneficiosos desde la primera sesión.
Para un simple mantenimiento de su sistema linfático, una sesión mensual puede ser suficiente. En caso de hinchazón, retención de líquidos visible o de un tono que carece de brillo, una frecuencia de una sesión cada 2 o 3 semanas suele ser recomendada.
No, es un tratamiento completamente indoloro. El drenaje linfático facial se basa en un masaje muy suave y muy preciso. Los masajes aplicados en el rostro siguen siempre el trayecto de los vasos linfáticos, sin presión fuerte. Este método favorece la relajación, la ligereza y el relanzamiento de la circulación, respetando la sensibilidad de la piel.
Algunas situaciones pueden impedir el tratamiento: infecciones cutáneas, inflamaciones, trastornos circulatorios severos, flebitis o ciertas patologías que impactan el sistema inmunitario. En caso de tratamientos médicos recientes o intervenciones estéticas, se recomienda una opinión profesional.
El drenaje linfático facial presenta muy pocos efectos secundarios. Es un masaje suave que tiene como objetivo estimular la circulación linfática, lo que va a reafirmar la piel, atenuar las ojeras y aclarar su tono.

Sin embargo, al final de la sesión, esta estimulación de los tejidos puede provocar ligeros enrojecimientos, sensaciones de calor o una pequeña hinchazón temporal relacionados con la reactivación de las glándulas linfáticas.